Con una textura densa y ligeramente húmeda, el boterkoek se presenta como el bocado ideal para disfrutar junto a un café o como una merienda especial. Este dulce tradicional de Holanda se distingue por su sencillez en los ingredientes, ofreciendo un sabor profundamente mantecoso y una consistencia que se derrite en la boca.

La preparación del boterkoek en casa permite disfrutar de una mezcla perfecta entre galleta y pastel, con un aroma que inunda la cocina desde el primer momento de horneado. No se requieren técnicas complicadas ni tiempos prolongados; solo es necesario dedicar atención al amasado y utilizar una buena mantequilla, que es la verdadera protagonista de esta receta.

Ingredientes para 10 personas:

Harina de trigo: 250 g
Mantequilla: 250 g
Azúcar: 200 g
Huevo: 2
Esencia de vainilla: 1 cucharada
Ralladura de limón: 1

Cómo hacer boterkoek

Dificultad: Fácil

Tiempo total: 40 minutos

Elaboración: 15 minutos

Cocción: 25 minutos

Para comenzar, se mezcló la mantequilla, el azúcar, la esencia de vainilla, la ralladura de limón y la sal en una amasadora hasta que todos los ingredientes se integraron bien. Luego, se añadió un huevo y la harina, y se mezcló hasta obtener una masa homogénea.

La mezcla se trasladó a una encimera enharinada y se amasó hasta que la masa quedó completamente uniforme. Se formó una bola que se estiró con un rodillo para obtener un disco. Posteriormente, se envolvió la masa en film transparente y se dejó reposar en la nevera durante 30 minutos.

Se engrasó un molde redondo plano de aproximadamente 25 cm de diámetro, se pasó la masa al molde y se alisó con las manos para cubrir bien la base. Se ralló la superficie con un tenedor, trazando líneas diagonales, se pintó con huevo batido y se horneó durante 25 minutos a 175ºC.

Para contrastar el dulzor de este delicioso pastel, se recomienda servirlo con una taza de té y unos frutos rojos frescos, creando así una combinación perfecta.