El vino argentino en el mercado internacional

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El vino argentino en el mercado internacional

La industria vitivinícola argentina ha logrado posicionarse en el panorama internacional gracias a la calidad y diversidad de sus vinos. Este reconocimiento global no solo se traduce en prestigio, sino también en crecimiento económico y desarrollo del sector.

En todo ese proceso, el comercio internacional ha sido el principal motor de avance, permitiendo que tanto pequeñas como grandes bodegas se beneficien de economías de escala, optimicen sus recursos y accedan a nuevos mercados.

El vino argentino sigue siendo una producción con un fuerte componente artesanal, donde la maestría de los enólogos juega un papel central, sin embargo, la industria ha experimentado un proceso de modernización e industrialización que busca incrementar la eficiencia y competitividad. No obstante, este proceso enfrenta limitaciones propias de un mercado dependiente de insumos importados. Esta realidad, inherente a muchas industrias, se acentúa en la vitivinicultura debido a la necesidad de contar con insumos en el momento preciso de producción. Además, muchos de los elementos necesarios no se fabrican localmente o, si se hacen, no alcanzan los estándares necesarios para competir en el mercado global.

La situación se agrava por las recientes dificultades económicas. La industria vitivinícola ha sufrido una caída significativa en las ventas internas, con un descenso del 6,3%, según el último informe anual 2022/2023 del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) y otro descenso del 1,3% acumulado a noviembre 2024. Este fenómeno se explica en parte por la disminución del consumo local, una tendencia que afecta especialmente a las pequeñas y medianas bodegas que dependen del mercado interno para sostenerse.

Sin embargo, no todo son malas noticias. A pesar de las adversidades, el comercio exterior ha mostrado signos de recuperación. En lo relevado hasta el momento, en 2024 se registró un crecimiento del 5,7% en las exportaciones, lo que genera cierta expectativa de una mejora sostenida en los próximos meses.

Uno de los mayores desafíos que enfrenta la industria es establecerse dentro de las principales industrias vitivinícolas del mundo. Para poder llegar a cumplir este objetivo, es fundamental implementar una serie de estrategias orientadas a reducir costos de producción y logística. Los constantes cambios en la política cambiaria argentina y las regulaciones comerciales de los últimos años han impactado significativamente en las estructuras de costos del sector.

Por otra parte, la falta de producción local de ciertos insumos limita la posibilidad de reducir costos. Si bien existen iniciativas para fomentar la producción local de algunos de estos insumos, la realidad es que muchas bodegas siguen optando por importar productos que garantizan una mayor calidad en su producto final. Una de las principales acciones debería ser el desarrollo de una política industrial que promueva la producción local de dichos insumos esenciales. Esto no solo reduciría la dependencia del exterior, sino que también generaría empleo y fortalecería la cadena de valor local.

 

 

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